Nació el 22 de julio de 1922 en Żelechów, Polonia. Hijo de Israel Jacobo Guberek y de Czajtla Tychbrojcher, un matrimonio de judíos polacos originarios de Żelechów, unión de la que quedaron tres hijos: Julio, Manuel y don Isaac. Don Israel Guberek emigró a Colombia hacia 1927 por la difícil situación económica que vivían los judíos en el país. Dos años más tarde lo hizo don Isaac en compañía de su mamá. Se radicaron en Bogotá gracias al apoyo de su familia y desde su llegada a la ciudad se vincularon y colaboraron con la fundación de las primeras instituciones comunitarias. En los años cuarenta, y gracias a vínculos familiares, don Isaac Guberek conoció a doña Paulina (Perla) Hanfling (Varsovia, 17 de febrero de 1931 – Bogotá, 13 de junio de 2015) con quien contrajo matrimonio el 29 de marzo de 1947 en la capital. De su unión quedaron cuatro hijos: Felisa, Sara, Israel y Herzl (Enrique). En memoria de Israel se plantó el 24 de febrero de 1968 el bosque de pinos que durante muchos años estuvo ubicado en el costado nororiental del CCH, muy cerca de donde hoy se encuentra el comedor, y donado en su momento por don Isaac y doña Paulina.  Recuerdan sus hijos que para don Isaac Guberek los dos pilares fundamentales de su vida fueron su familia y la comunidad. Sin vincularse de lleno de forma activa en juntas, apoyó al CCH a través de la educación de sus hijos. Doña Paulina también jugó un rol activo en la comunidad gracias a su labor en la Ezra y el trabajo social que hizo para el Hospital de la Misericordia a través del costurero Ana Frank que lideró con otras damas de la comunidad como doña Marianne May, Eda Rosenbaum, Anita Bursztyn, Sara Mohnblatt, entre otras. El origen del primer ropero de la comunidad fue iniciativa, justamente, de doña Paulina. En los años noventa y tras retirarse del negocio de la construcción, don Isaac se dedicó de lleno a la sinagoga Adat Israel donde jugó un rol fundamental como gabai. Por iniciativa de don Isaac se establecieron los desayunos después del rezo de shajarit, con lo que se fortalecieron vínculos sociales entre los correligionarios. Sus últimos años de vida estuvieron al servicio de la institución, siempre amable, cordial y cercano con los jóvenes y adultos que asistían a los rezos. Murió el 2 de mayo de 2004 en Bogotá.